¡A robar carteras!

Hace muchísimo que no me ponía delante de la pantalla y dejaba que mis dedos marcasen vía teclado todo lo que llevo adentro hasta el folio digital siempre echándomelo en cara.
Aún no tengo ningún seguidor, y no sé quién podría leer esto, de modo que me lo tomaré con calma e iré plasmando y ya apareceréis.
Escribo por mí, por necesidad, y como lo hago en un sitio público, obviamente también por el placer de compartir.

Ayer fue mi segundo día del año de playa, en la Barceloneta, y todo aquel que viva en alrededores sabrá que desde hace un tiempo, para ir la Ciudad Condal ha de hacer trasbordo en Sant Andreu y de allí coger el metro hasta el destino que las líneas permitan y viceversa en la vuelta a causa de las obras del AVE.
Y es en la vuelta donde está la parte que quiero manifestar. ¿A alguien le suena el tema “Carteristas”? Des de luego a mí sí, y antes de ayer, sólo por experiencia de terceros. Se puede deducir cuál es su “trabajo”, ¿no? Bien, lamentablemente hoy puedo hablar de ello en primera persona.
Sucedió en un pasillo de la Línea 1, no iba solo, me acompañaba una amiga, ―a la que curiosamente minutos antes, le había mencionado la existencia de los presuntos en esas zonas― cansados como íbamos y pendientes de no perder el metro no notamos nada, sólo pude quedarme con la sensación de un ligero movimiento en el bolsillo inferior de la mochila atrás en mi espalda, acto que consideré resultado del viento producido por el metro al ver que muy a nuestro pesar, se nos había escapado, y lo único que hice fue sin girarme, intentar alcanzar con el brazo el bolsillo el cual noté cerrado. Fue al momento cuando sentado, me di cuenta que sí estaba abierto y eché en falta la cartera. 
A partir de aquí sucedió todo muy deprisa, mi amiga y yo avisamos al primer vigilante de seguridad que encontramos, búsqueda, persecución, señoras advirtiendo el recorrido de los carteristas fugitivos ―que resultaron ser dos― y cuando los cogieron, los nervios, la incertidumbre y la eterna espera. Llegaron los “mossos”, y otras personas con trajes de ley y justicia, nos hicieron preguntas, nos pidieron la identificación que aun a falta de mi documentación podíamos ofrecer y nos contaron la situación en la que me encontraba, no podía denunciarles por falta de pruebas, pese a que uno de ellos reconociera su dedicación al “carterismo” y los pillaran corriendo al percatarse del vigilante que iba en su búsqueda.
Lo único que podía hacer es poner la denuncia del robatorio, y esperar a que dieran notificación en objetos perdidos, ya que en la mayoría de casos de carteras sin dinero como la mía, después de maldecirlas, las tiran. Dicho esto se fueron detrás del “lo sentimos pero en estas situaciones no podemos hacer nada más, adiós, llevándose a los atracadores con ellos.
¿Y cómo podíamos  volver a casa? ¿Cómo lo íbamos ha hacer con el billete de trasbordo de mi amiga caducado por el tiempo de espera, y sin nada mío? Pues por la generosidad del vigilante que estuvo allí en todo momento, y que al final nos “coló” y nos dejó dinero para el tren.

Personalmente encuentro Barcelona una ciudad preciosa por su riqueza en diversidad de personas entre otras cosas, lástima que en situaciones así se vea manchada por este tipo de ciudadanos.
Soy de los que en muchas ocasiones contemplo la gente pasar y me pregunto qué tipo de vida es la que llevaran, qué les hará felices, cuáles deben ser sus temores y penas, por qué color y género musical se decantarían o hasta cuál debe ser su olor predilecto... Cómo dice el inicio de un videoclip de Facto Delafé, Se dice que todas las personas del mundo estamos relacionadas por una cadena de no más de cinco intermediarios. Puede que no sea cierto. Pero nos gusta pensar que sí.
Aunque después de lo me pasó ayer, no me quedé con muchas ganas de encontrarme con cualquiera.

Estoy seguro que llegaran otras anécdotas esperemos menos desafortunadas, hasta entonces, ¡mucha suerte y mil ojos!

1 comentario:

  1. Muchas gracias por comentar ;)
    Eres bienvenido y pasate cuando quieras. Yo te echaré un vistazo también :P

    ¿Cómo llegaste hasta mi blog? Es curiosidad... jejejejeje.

    Yo también utilizo mi blog para mi, lo necesito... y de paso comparto con amigos o desconocidos, reflexiones, anecdotas, tonterías...

    Espero que las próximas tuyas que lea efectivamente, sean menos desafortunadas.

    Te entiendo perfectamente porque a mi me robaron un móvil del bolsillo de mi chaqueta, pero yo no me di ni cuenta ¬¬ Y qué movilaco era (me tocó en un sorteo XD). También me quitaron la cartera en mi facultad... fijate si son ñlsjfcmasdadioupu... y tenía 2 cts sólo. Menos mal que justo el día antes de irme a hacer el DNI me lo mandaron a casa (estaba todo, pero faltaba una foto mía xDDDDD).

    Uy, perdón... es cojo el teclado y no paro xD. Suerte con el blog ;)

    ResponderEliminar